¿Y si pudiéramos prevenir el paro… con electricidad? Estimulación transcutánea en ritmos lentos presenciados
No todos los paros comienzan de golpe. Algunos se anuncian con cada latido que desaparece. Hoy exploramos si la estimulación transcutánea puede ser una herramienta anticipada en bradiarritmias crítica
¿esperar al paro… o interrumpirlo antes de que empiece?
Paciente masculino, 76 años. Hipertenso, con cardiopatía isquémica y fracción de eyección del 45 %.
Se encuentra bajo sedación profunda para una angioplastía programada en sala de hemodinamia.
Todo parecía estable… hasta que el monitor mostró bradicardia progresiva.
📉 FC: de 52 → 40 → 32 lpm
📉 Presión arterial: sistólica de 110 → 90 → 70 mmHg
📉 EtCO₂ en descenso gradual
No hay alteración clara del ritmo: QRS normal, lento, sin disociación evidente.
El anestesiólogo evalúa: sin movimiento espontaneo del paciente, sin respuesta motora, sin automatismo ventilatorio. La línea arterial marca diastólica <25.
El técnico pregunta: —“¿Ya lo perdimos?”
Pero tú aún ves algo: el ritmo está ahí. No hay asistolia. Todavía hay QRS. Todavía hay algo que rescatar. Inicias compresiones… pero alguien del equipo lo dice en voz baja:
—“¿No podríamos estimularlo? ¿Todavía está a tiempo… no?”
Y ahí nace la verdadera pregunta:
¿Debemos esperar a que la línea se aplane para actuar?
¿O podemos usar electricidad antes de que el paro sea oficial?
Hoy exploramos justo eso: la posibilidad de usar estimulación eléctrica transcutánea (TCP) no como medida desesperada, sino como intervención fisiológica anticipada en pacientes monitorizados con ritmos lentos… que no están muertos, pero están muy cerca.
…cuando el ritmo no se ha ido… pero la perfusión sí
La estimulación eléctrica transcutánea (TCP) fue pensada originalmente como una estrategia puente:
Un mecanismo rápido, externo y no invasivo para mantener el automatismo cardíaco cuando el nodo sinusal o el sistema de conducción fallan.
En la práctica, su uso se ha relegado al margen de los protocolos, especialmente en contextos de paro cardíaco… pero eso podría estar cambiando.
📄 ¿Qué evidencia existe?
🩺 El protocolo EMSA de 2024
📋 Publicado por el Emergency Medical Services Authority de California
Indica que la estimulación transcutánea está recomendada en bradicardias sintomáticas con signos de hipoperfusión, alteración del estado mental, o dolor torácico, siempre que se trate de un ritmo con QRS presentes.
🚫 Contraindicado en asistolia franca sin actividad eléctrica visible (especialmente en ritmos no presenciados/monitorizados).
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