Velocidad de reexpansión torácica en RCP: la clave olvidada para mejorar la perfusión cerebral
Un nuevo estudio (Kim et al., Shock 2025) revela cómo aumentar la velocidad con que liberas el tórax durante las compresiones incrementa significativamente la perfusión cerebral.
La mitad olvidada de la RCP
Durante décadas, la calidad de la RCP se ha medido por tres cosas simples:
más profundo, más rápido, más fuerte.
Pero, ¿qué pasa justo después de cada compresión?
Cuando dejamos de presionar, permitimos que el tórax se reexpanda, el corazón se llene y la sangre fluya hacia órganos críticos, especialmente al cerebro.
Lo que casi nadie te ha contado es que la velocidad con que liberas esa compresión puede influir dramáticamente en la perfusión cerebral.
Sang Hun Kim y colaboradores, en un reciente estudio publicado en Shock (2025), investigaron exactamente esto.
Descubrieron que aumentar ligeramente la velocidad de reexpansión torácica durante la RCP incrementa significativamente la presión de perfusión cerebral.
Ya no se trata solo de cuánto comprimes.
Ahora se trata también de cómo liberas la presión para optimizar la perfusión cerebral.
Quizá ha llegado el momento de cambiar nuestra forma de pensar la reanimación:
no solo comprimir mejor, sino liberar mejor.
¿Qué hizo exactamente el estudio de Kim et al. (Shock, 2025)?
El equipo liderado por Sang Hun Kim realizó un estudio experimental en un modelo porcino de paro cardíaco inducido por fibrilación ventricular. Su objetivo fue medir cómo influye la velocidad de reexpansión torácica (Chest Compression Release Velocity, CCRV) en la presión de perfusión cerebral (CePP) y coronaria (CoPP).
Para esto, utilizaron dos grupos claramente definidos, diferenciados únicamente por la velocidad a la que se soltaba la compresión:
Grupo de baja velocidad (300 mm/s): liberación torácica más lenta.
Grupo de alta velocidad (400 mm/s): liberación torácica más rápida.
Cada grupo incluyó 8 animales. Se midieron cuidadosamente las presiones intracraneales, arteriales y torácicas durante toda la RCP, permitiendo una evaluación precisa del impacto real de la velocidad de reexpansión.
🔍 Resultados clave del estudio:
Mayor presión de perfusión cerebral (CePP) en el grupo con velocidad de reexpansión rápida (400 mm/s), comparado con el grupo más lento (300 mm/s).
La diferencia en perfusión cerebral se mantuvo constante y significativa a lo largo de las fases de la reanimación.
No hubo diferencia significativa en presión de perfusión coronaria (CoPP) entre ambos grupos, sugiriendo un efecto específico en la perfusión cerebral.
Esto demuestra claramente que la velocidad con que se libera el tórax después de cada compresión no solo es relevante, sino que podría ser decisiva para mejorar la perfusión cerebral en el contexto de RCP.
En resumen:
Comprimir más fuerte no es suficiente.
Liberar más rápido podría ser igual de crucial.
¿Cómo aplicar estos resultados en tu próximo paro intraoperatorio?
El estudio de Sang Hun Kim (Shock, 2025) no solo aporta un dato interesante; ofrece una oportunidad real para cambiar nuestra práctica clínica. Si mejorar la perfusión cerebral puede ser tan sencillo como ajustar la velocidad con que soltamos el tórax, debemos comenzar a hacerlo hoy mismo.
Aquí tienes cómo aplicar estos hallazgos en tu próxima RCP intraoperatoria:
🩺 1. Toma conciencia activa de la reexpansión torácica
No trates la liberación torácica como una pausa pasiva; es un proceso activo y crucial para mejorar el retorno venoso cerebral.
Capacita a tu equipo para que presten atención no solo al ritmo y la profundidad, sino también a la velocidad de reexpansión.
📈 2. Optimiza la velocidad con dispositivos o retroalimentación
Si usas dispositivos mecánicos (retroalimentación automática o manual), ajusta específicamente la velocidad de liberación a niveles superiores (por ejemplo, ≥400 mm/s), basados en este estudio.
Si tu RCP es manual, concéntrate activamente en retirar rápidamente la presión después de cada compresión, favoreciendo así el retorno venoso cerebral.
🧠 3. Considera monitorización neurológica continua
Siempre que puedas, mide y monitoriza la perfusión cerebral en tiempo real durante RCP en quirófano, mediante tecnología como la saturación cerebral regional (rSO₂) o presión intracraneal si está disponible.
Utiliza estos parámetros para confirmar que una liberación más rápida realmente mejora la perfusión cerebral.
⚙️ 4. Incorpora simulación específica sobre reexpansión torácica
Practica con simulación clínica de alta fidelidad, entrenando específicamente esta técnica.
Incluye objetivos claros no solo para la profundidad y frecuencia, sino para la velocidad de reexpansión torácica.
🎯 Conclusión:
Este estudio no se queda en el papel; puedes llevarlo directamente al quirófano desde mañana.
No te limites a comprimir más fuerte o más profundo: ahora puedes reanimar con una nueva estrategia fisiológica clara y respaldada por evidencia científica.
Porque al final, no es sólo reanimar;
es reanimar pensando siempre en el cerebro.
Una pequeña velocidad que podría cambiarlo todo
En reanimación, solemos asumir que ya conocemos todas las claves del éxito: compresiones profundas, ritmo constante, adrenalina puntual.
Pero quizá lo que realmente marca la diferencia está escondido en esos pocos milisegundos en los que dejamos de presionar el tórax.
El estudio nos recuerda que la reanimación eficaz no es cuestión de hacer siempre lo mismo, sino de medir, observar y ajustar nuestra técnica según la fisiología del paciente.
Si aumentar la velocidad con que soltamos el tórax puede mejorar la perfusión cerebral, ya no podemos ignorarlo.
Porque al final del día, no reanimamos solo para que vuelva un latido.
Reanimamos para que vuelva un cerebro, una vida, una persona.
Quizás sea hora de agregar una nueva pregunta a nuestro protocolo mental:
“¿Estoy soltando el tórax tan bien como lo estoy comprimiendo?”
«En reanimación no solo importa cómo comprimes,
importa también cómo sueltas el tórax.
Porque la perfusión cerebral podría depender de esos pocos milisegundos.»
— Por Rafael Herrera / REASEL
💬 ¿Y tú qué opinas?
🩺 ¿Habías considerado antes la importancia de la velocidad con que liberas el tórax durante las compresiones?
📊 ¿Crees que es momento de incluir esta variable en tu protocolo habitual de RCP intraoperatoria?
🧠 ¿Estás listo para implementar dispositivos o técnicas específicas que mejoren la reexpansión torácica y la perfusión cerebral?
Comparte tu opinión, experiencia y reflexiones en los comentarios.
Porque mejorar la reanimación empieza por cuestionarnos lo que damos por sentado.
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